domingo, 16 de octubre de 2016

Semiología y gramatología: Jacques Derrida por Julia Kristeva

La teórica de la literatura y el feminismo, psicoanalista y escritora francesa, autora de Semiotiké, nacida en Bulgaria en 1941, Julia Kristeva, realizó la entrevista al filósofo galo Jacques Derrida (El-Biar, Argelia francesa, 1930-París, 2004) que se reproduce a continuación. Fue publicada en Information sur les Sciences Sociales, VII, 3, París, UNESCO, junio de 1968, y recogida luego en el libro de Derrida llamado Positions (París, Les Editions de Minuit, 1972). La traducción al castellano pertenece a Freddy Téllez.

Julia Kristeva: -La semiología se construye actualmente sobre el modelo del signo y de sus correlatos: la comunicación y la estructura. ¿Cuáles son los límites "logocéntricos" y "etnocéntricos" de esos modelos, y cómo no pueden servir de base a una notación que quisiera escapar de la metafísica?

Jacques Derrida: -Todos los gestos son aquí necesariamente equívocos. Y suponiendo, lo que no creo, que se pueda un día escapar simplemente de la metafísica, el concepto de signo habrá sido, en ese sentido, un freno y un regreso a la vez. Pues si por su raíz y sus implicaciones es de parte en parte metafísico, sistemáticamente solidario de las ideologías estoicas y medievales, el trabajo y el desplazamiento a los cuales ha sido sometido -y del cual ha sido curiosamente un instrumento- ha tenido efectos de-limitantes: ellos han permitido criticar la pertenencia metafísica del concepto, de marcar y distender los límites del sistema en el cual el concepto de signo ha nacido y ha comenzado a servir, y de arrancarlo hasta cierto punto, de su propio terreno. Ese trabajo hay que llevarlo lo más lejos posible, pero no se puede evitar el reencuentro, en un cierto momento, de "los límites logocéntricos y etnocéntrícos" de dicho modelo. Es quizás en ese momento que habría que abandonar el concepto de signo. Pero ese momento no se 10 puede determinar fácilmente, no se encuentra en estado puro. Es necesario que todas las fuentes eurísticas y críticas del concepto se hayan agotado, yeso para todos sus dominios y contextos. Ahora bien, es inevitable que las desigualdades de desarrollo (no puede dejar de haberlas) y la necesidad de ciertos contextos continúen haciendo estratégicamente indispensable el recurso a un modelo, del cual se sabe, por 10 demás, que funcionaría como un obstáculo en el punto más inédito de la investigación.

(…)  se podría mostrar que la semiología de tipo saussureano ha desempeñado una doble función. Por un lado, un papel crítico absolutamente decisivo (…) Sin embargo, Saussure no ha podido dejar de confirmar esa misma tradición, en la medida en que continúa utilizando el concepto de signo. De este concepto, como de cualquier otro, no se puede hacer uso de un modo ni absolutamente nuevo ni absolutamente convencional: se está obligado a asumir, de manera no crítica, por lo menos una parte de las implicaciones inscritas en su sistema. En Saussure se encuentra al menos un momento en donde él debe renunciar a extraer todas las consecuencias del trabajo critico que realiza. (…)

El texto completo se puede leer aquí.


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