viernes, 24 de noviembre de 2017

El ajuar de la novia

Ensayo semiológico

Trabajo práctico - Segundo cuatrimestre de 2017
El ajuar de la novia
Ana Fanjul
El matrimonio es un tipo de institución social por el cual dos personas se unen religiosa o civilmente con la intención de perdurar juntos por el resto de sus vidas. Esta práctica social está caracterizada por incluir un número de pautas y códigos que deben ser cumplidos por los miembros de la comunidad que deseen contraer matrimonio. Una de las costumbres más arraigadas en el desarrollo de una boda es la constitución del ajuar de la novia, símbolo característico del rol que va a cumplir de ahora en más, diferente del que cumplía hasta ese momento estando soltera.
El ajuar de la novia es una tradición que se ha transmitido a lo largo del tiempo desde tempranas épocas. Sus orígenes se remontan a la antigüedad pero han ido cambiando y evolucionando con el devenir de los usos y con las transformaciones propias de las comunidades. La vestimenta de la novia se carga de significación en el momento en que permite avalar el nuevo rango que la mujer en cuestión ocupa. Permite además, caracterizarla mediante un conjunto amplio de símbolos típicos, que incluyen prendas, texturas y colores.
El término ajuar proviene del árabe hispánico assuwár, y éste del árabe clásico sawar, cuyo equivalente semántico es enseres. En sus orígenes designaba  todo lo referente a la “vestimenta” del hogar, tales como sábanas, manteles, servilletas, etc., que significaban el aporte que la mujer debía confeccionar para la unión, además de la dote ofrecida por la familia para el desarrollo de la boda. Se produce un pasaje semiológico del ajuar como elemento práctico a ajuar como elemento simbólico, ya que en la actualidad se designa con este término a la ropa característica que utiliza la novia en la ceremonia, ya sea religiosa o no, cuya conformación varía de acuerdo a las diferentes tradiciones que acostumbren llevar adelante en una determinada sociedad. Además, también el término hace referencia a la lencería que usará en la luna de miel luego de la celebración.
Hoy en día, el ajuar de la novia se circunscribe al ámbito de la religión católica, donde cumple una función esencial y simbólica a la hora de unirse a la otra persona ante los ojos de Dios. Está conformado por vestimentas propias de la situación, que pueden ser visibles ante los espectadores o no. En el primer caso, es detectable el uso de, en primer lugar, el vestido, generalmente largo y de color blanco, que permite a la novia destacarse de las demás mujeres presentes. En este sentido, el ajuar significa protagonismo, ya que es un índice o marca de diferenciación del resto de las personas que están en la ceremonia. El protagonismo es evidente en una novia tradicional, y más aún en aquella que pretende romper con las estructuras convencionales tratando de sobresalir.
Otra característica representativa del ajuar es el velo. Éste es un complemento, aunque no esencial, bastante distintivo del enlace entre dos personas. Está compuesto por una tela muy fina y transparente como puede ser el tul y la organza, aunque en la actualidad podemos encontrar multitud de estilos y colores. También pueden considerarse característicos del ajuar de la novia la liga en una pierna, o el uso de elementos nuevos y prestados. En la Edad Media, época de gran superstición, se origina el del uso de algo azul, que significa fidelidad; algo prestado, porque se creía que se podía atraer la felicidad usando una prenda o accesorio de una amiga que tuviera una vida feliz; algo nuevo, que simboliza la nueva vida que los novios van a empezar; y lo viejo, que significa la conexión de la novia con el pasado. Más allá de esta costumbre el uso de algo viejo es un tributo a las mujeres de la familia que son admiradas por la novia por su aporte, dedicación y la formación de identidad de su grupo. Por lo tanto, el ajuar es un legado, ya que a través de eso se continúa con tradiciones familiares que provienen de tiempos anteriores; muchas novias optan por el uso del vestido de novia de la madre o de la abuela, como modo de perpetuar y homenajear las raíces de la familia contribuyendo así a la continuidad de la cultura de la sociedad en la que están inmersas.
El ajuar puede implicar tradición, costumbre o moda, pero esto depende del sentido y significado que le da la mujer que lo usa. Hay quienes le otorgan un gran simbolismo que determina la forma de concebir el acto ceremonial, y lo consideran un aspecto importante en su desarrollo. Sin embargo, hay otras mujeres que lo perciben como algo superfluo y sin relevancia, en algunos casos hasta el punto de romper con los mandatos o rebelarse contra el uso de los elementos prototípicos. Para ejemplificar, en la religión católica, el color blanco simboliza la castidad que la novia ha conservado hasta que se consume la ceremonia, pero aunque en la actualidad esta condición no se cumpla, se opta igualmente por el color blanco, como un tópico ya convencionalizado; y en algunas ocasiones se puede llegar a considerar el uso de algún color diferente.
En cuanto al uso del ajuar en relación con la costumbre se remonta a tradiciones antiguas que se fueron modificando con el correr del tiempo hasta conformar la idea que se tiene hoy en día; además, el carácter relativamente estable de la apariencia del ajuar (color, liga, velo, ramo) se debe también a esto. Por otra parte, se relaciona con la moda, porque de ello depende la aceptación por parte del grupo social: la indumentaria es elegida en función de las preferencias o mandatos de la sociedad a la que pertenece, o bien, a la que le gustaría pertenecer. Hay que tener en cuenta que ciertas prendas exceden en muchos casos el presupuesto con el que cuentan gran cantidad de mujeres, su alto precio no se corresponde en alguno casos con las posibilidades de acceso a ciertos sectores sociales, pero el ansia de aceptación es tal que llegan a gastar más de la cuenta y endeudarse con tal de sentir por un momento que pertenecen a determinado estatus.
El ajuar significa también apariencia, y esto se remonta a la época en que la reina Victoria introdujo la moda del vestido blanco adornado con encajes (foto). En un principio, el retrato de la pareja nupcial, y años más tarde, la recreación de la boda real para ser fotografiada (Roger Fenton en 1854) tuvieron una reproducción en el nivel global que marcó un antes y un después en la historia del vestido de novia. Así, durante el tiempo que transcurra la ceremonia, la novia será la reina del acontecimiento por el hecho de vestir un atuendo que puede tener variantes, ya sea ostentoso o sencillo, con brillos y opaco; y estará siendo fotografiada y filmada. La idea de ser reina por un día se asemeja a la festividad carnavalesca que, durante el tiempo que dure la celebración, garantiza no haya distinción entre ricos y pobres.
Por último, el ajuar significa también felicidad, y  se corresponde con la idea de que todas las niñas sueñan con casarse, tener un despampanante vestido, una gran torta de bodas y una hermosa fiesta. La televisión, con sus programas de princesas, novelas y romances inculcan en las niñas que una boda es un final feliz, y, a la vez, un vivir feliz para siempre, una continuidad en la dicha y el regocijo. Esta felicidad se transmite en imágenes: una mujer vestida de blanco, un velo, guantes, una fiesta, etc. A través de estas imágenes se llena de simbolismos naturalizados y de estereotipos a los niños, que, en su mayoría, van a buscar por todos los medios repetir esto en la adultez para alcanzar la felicidad.

La compra del ajuar es como una preparación hacia la nueva vida que acarrea una confrontación de sentimientos: por un lado, nostalgia y melancolía hacia los momentos y las cosas de su vida que va a dejar atrás; y por otro lado, ilusión y expectativa hacia esta etapa nueva que va a comenzar en la vida de la mujer. Esta transición se termina de complementar con el hecho de que la novia es entregada por una figura masculina, por lo general el padre, a su futuro marido, completando así el rito de pasaje. Tanto la novia tradicional como la innovadora consideran el ajuar como el elemento más importante de este acontecimiento. Más allá de toda ceremonia religiosa o civil, el ajuar  y la fiesta es a lo que aspira y lo que desvela a toda mujer (o niña) que sueñe con casarse.  
                                                                                                                                                                                                                                                                                                            

No hay comentarios.:

Publicar un comentario