“(…) Como hemos dicho,
la risa popular y sus formas constituyen el campo menos estudiado de la creación
popular. La concepción estrecha del carácter popular y del folklore nacida en
la época pre-romántica y rematada esencialmente por Herder y los románticos,
excluye casi por completo la cultura específica de la plaza pública y también
el humor popular en toda la riqueza de sus manifestaciones. Ni siquiera
posteriormente los especialista del folklore y la historia de la literaria han
considerado el humor del pueblo en la plaza pública como un objeto digno de
estudio desde el punto de vista cultural, histórico, folklórico o literario.
Entre las numerosas investigaciones científicas consagradas a los ritos, los
mitos y las obras populares, líricas y épicas, la risa no ocupa sino un lugar
modesto. Incluso en esas condiciones, la naturaleza específica de la risa
popular aparece totalmente deformada porque se le aplican ideas y nociones que
le son ajenas pues pertenecen verdaderamente al dominio de la cultura y la
estética burguesa contemporáneas. Esto nos permite afirmar, sin exageración,
que la profunda originalidad de la antigua cultura cómica popular no nos ha
sido revelada.
Sin embargo, su
amplitud e importancia eran considerables en la Edad Media y en el
Renacimiento. El mundo infinito de las formas y manifestaciones de la risa se
oponía a la cultura oficial, al tono serio, religioso y feudal de la época.
Dentro de su diversidad, estas formas y manifestaciones -las fiestas públicas carnavalescas,
los ritos y cultos cómicos, los bufones y “bobos”, gigantes, enanos y monstruos,
payasos de diversos estilos y categorías, la literatura paródica, vasta y
multiforme, etcétera-, poseen una unidad de estilo y constituyen partes y zonas
únicas e indivisibles de la cultura cómica popular, principalmente de la
cultura carnavalesca. (…)”
La
cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. El contexto de François
Rabelais (Madrid, Alianza, 1990), la obra clásica del crítico Mijail Bajtín (Rusia, 1895-1975), puede
consultarse aquí.
El célebre ensayo "El problema de los géneros discursivos" (1952-1953) también está completo aquí; y aquí la totalidad de los escritos compilados en su Estética de la creación verbal.
El célebre ensayo "El problema de los géneros discursivos" (1952-1953) también está completo aquí; y aquí la totalidad de los escritos compilados en su Estética de la creación verbal.
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